Mi camino (hasta ahora)

"Eres un poco inconformista" sonríe Rory, un consultor de unos 60 años, mientras informa de los resultados de los diversos tests de personalidad que me hizo hacer como parte de un programa de desarrollo profesional. "Supongo que se podría decir así" replico con una sonrisa aún más grande, reflexionando sobre mi vida ...

Crecí al lado de un gran campo de trigo, bordeando el bosque al oeste y unos impresionantes castaños al norte. Me encantaba estar entre los árboles, ya sea con mis amigos - construyendo "casetas" - o por mí misma, escuchando, observando, sintiendo. Por la noche, miraba al cielo estrellado, contemplando el universo. Uno de los primeros libros que me compré de adolescente fue "El Cosmos" del astrofísico Carl Sagan. También estaba el esotérico "Schicksal als Chance" (El destino como oportunidad) de Thorwald Dethlefsen y un anticuado tomo sobre la gramática francesa. Otra adición esencial a mi ecléctica colección fue un libro sobre herboristería tradicional que resultó útil para forrajear los bosques y cultivar hierbas en nuestro jardín.

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Entonces apareció la racionalidad y mi pasión por viajar, dejé mi país natal, Austria, estudié negocios internacionales y economía y me convertí en una seria mujer de negocios. Sin embargo, mi búsqueda de los misterios de la naturaleza (humana), las tierras desconocidas, las tradiciones antiguas y el conocimiento científico continuaron. Mientras estaba embarazada de mis hijos, descubrí Reiki, Mindfulness y Kundalini Yoga para ayudarme a reequilibrar mi vida corporativa ocupada. De alguna manera, mis muchos y aparentemente contradictorios intereses se han entretejido en una vida con propósito y dedicación, y un fuerte compromiso personal y profesional para acompañar a otros en sus viajes.

Mirando hacia atrás, a lo largo de cuatro décadas de adquirir conocimientos, experimentar con la vida, sumergirme en mi sabiduría interior y moverme entre mundos, he cultivado un profundo respeto, humildad y admiración por nuestra experiencia humana en todos sus colores del arco iris.  Mi propio aprendizaje y práctica se profundiza continuamente y estoy muy agradecida de poder ayudar a la gente a acceder a su propia sabiduría, conciencia y recursos internos para volverse en el ser humano que quieren ser.

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¡Gracias por ser parte de mi camino!